jueves, 5 de agosto de 2010

California sale del oscurantismo

El amor y la manera como algunos obtengan sus orgasmos no es asunto ni decisión de terceros. Mientras se trate de adultos y de común acuerdo no se necesita de la aprobación de nadie, mucho menos de juicios y sentencias oscurantistas y paranoicas.

Hoy es un buen día para vivir en California.

martes, 3 de agosto de 2010

¿Cuántos libros por semana?

El otro día me comentaba una persona de mi entorno que sus lecturas consistían de un libro por semana, lo cual me hizo reflexionar un poco sobre mis propios hábitos y me di cuenta que mis lecturas tienen un estilo y ritmo que difícilmente alguien más podría seguir, o entender.


A veces leo todo el día, a veces un libro lo termino en un suspiro, a veces lo comienzo a leer de nuevo de inmediato, y muchos jamás los vuelvo a abrir. Algunos los leo una y otra vez, y a veces no me gustan tanto como otras veces, o al revés.


A veces no leo nada, sencillamente reflexiono o mejor no pienso en nada. Regularmente leo varios libros a la vez, tengo algunos en el baño, otros junto a mi cama, otros en mi oficina, y no siempre los dejo en el mismo lugar. Tengo libros regados por todos lados, no sólo en casa, sino en casa de quien no me los tire un buen día a la basura.


No todos los libros que tengo los he leído, y algunos ni siquiera los leeré jamás, algunos ni me gustan, pero quién sabe si a alguien algún día le llamen la atención, no todos los libros merecen ser leídos por completo tampoco, algunos sólo me sirven para consultar, y otros para revisarlos por sencillamente haber sido leídos por personas que admiro, o que detesto. Saber lo que otros han leído puede ser a veces una ventana a su esencia personal más honesta que lo que muchos según se atreven o están dispuestos a revelar sobre si mismos, o acaso aquello que ni siquiera de si mismos han llegado a descubrir...



lunes, 12 de julio de 2010

El país más feliz del mundo hoy día...















Caray, qué gusto por España la verdad, imposible no regocijarse a la vez que uno contempla el gozo tan emotivo de tanta gente. Muchísimos hasta daban rienda suelta al llanto. Qué bueno, qué triunfo tan significativo y tan anhelado. Felicidades, muchas felicidades.

Lástima por Holanda igual, también se lo merecían mucho, y qué detallazo el de ofrecerles a los españoles un pasillo humano de reconocimiento después de que les entregaron sus medallas, y cómo los abrazaba y los besaba la reina Sofía a los jugadores, y qué desahogo el de Iker Casillas y cuántas bocas no calló, y qué golazo el de Iniesta. Qué mosaico tan conmovedor de nuestra humanidad, de nuestras pasiones y de nuestros sueños más sublimes. Arriba la sana competencia, arriba el deporte y la búsqueda de la excelencia física y mental, qué viva el fútbol y qué viva España.


martes, 6 de julio de 2010

Comida para perros

En diferentes foros de opinión es común hoy día encontrar discusiones a cual más de acaloradas sobre el aborto: qué si es legal/inmoral, qué si no, qué cuándo en realidad se puede considerar al ser en formación un humano o persona, qué si los derechos de la mujer, etc.

Dichas discusiones eventualmente no terminan en nada, al menos no en nada productivo, y ninguna de las partes en conflicto parece ceder siquiera un pie en sus planteamientos. En una reciente discusión leí horrorizado que para una de las personas a favor de "la libertad de elección", el ser humano en formación viene siendo algo así como un pedazo de hígado, nada por qué sentirnos culpables o avergonzados en caso de decidir abortarlo pues.

Leyendo entonces por otro lado algunas estadísticas, me encontré con lo siguiente:

Number of abortions per year: Approximately 42 Million
Number of abortions per day: Approximately 115,000


http://www.abortionno.org/Resources/fastfacts.html

Y me dije entonces:

Como que es bastante carnita tierna y nutritiva para simplemente estar tirándola a la basura... ¿no? ¿por qué no utilizar tan rica fuente de proteínas y nutrientes en general para preparar comida para perros entonces? Dicho uso se me ocurrió después que le pregunté al señor ese que si de verdad no estabamos hablando de seres humanos en formación, pues que entonces podríamos hacernos unos taquitos en salsa verde y roja, ¿no? a lo cual respondió que el resquemor natural de comer restos humanos deberíamos de tratarlo en tema aparte. :(

42 millones de desechos tan ricos en nutrientes para mi es un total desperdicio entonces, por lo que animo a los que apoyan "la libertad de una mujer de decidir" que escriban cartas a los representantes de sus gobiernos locales para que de inmediato se comience a canalizar toda ésta carnita fresca en la elaboración de comida para nuestros amigos perros, además de que por efecto carambola podríamos quizá salvar al mismo tiempo la vida de unas cuantas vacas. Todos contentos, todos satisfechos: la mujer resuelve su problema, los "doctores" y las clínicas cobran su comisión, nuestros perros se alimentan nutritivamente, no matamos tantas vacas, nadie sufre resquemor alguno... ¿verdad?




viernes, 25 de junio de 2010

Saramago: la partida de un humanista excepcional


















He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro".


viernes, 4 de junio de 2010

Anoche soñé con el fin del mundo

Fue tan vívido, tan dramático y tan emocionante al mismo tiempo que sólamente pudo haber sido un sueño concebido por mi mente. :)

Desde el preámbulo cuando junto con un grupo indeterminado de personas, con apremio estabamos siendo transportados en una especie de tren rápido al punto justo donde al parecer había sido acordado que esperaríamos el madr*azo, sorry, pero aun tengo algunos detalles atorados en mi mente y en este momento los regionalismos sencillamente me es imposible obviarlos. Pues así entonces, ibamos siendo transportados este grupo de personas indeterminadas y yo en un vehículo super rápido que dibujaba una trayectoria espectacular a lo largo de la orilla de quién sabe qué océano, y qué digo espectacular, las vistas de dicho viaje eran sencillamente para dejar a cualquiera sin aliento, pues no sólo se disfrutaba lo que hubiera sido un viaje normal a esa altura de la costa y a esa velocidad, sino que debido al cataclismo que en todo momento en mi sueño quedaba implícito, las olas eran sencillamente de otro mundo: gigantestas, bañándonos y envolviéndonos por completo en este tren que quién sabe por qué, era descapotable, y bueno, después de todo no se trataba más que de un sueño, ¿no? el caso es que todavía puedo medio saborear un poco el gusto salado de las olas gigantescas que una y otra vez nos embatían y engolfaban y diablos, igualmente recordar los cuerpos retorciéndose de las personas que en ellas eran revolcados sin piedad junto a los restos de casas y árboles y escombros varios de los que obviamente, no habían logrado ser transportados a observar el fin del mundo en vivo, en directo, y en pantalla ancha como los que en el tren con tanta excitación nos dirigíamos.

Siguiente escena, todos corriendo escoltados por personal de obvia apariencia oficial o gubernamental, y rápida y eficientemente, albergados en sendas salas/habitaciones que obviamente, para dicho propósito habían sido destinadas. Corte rápido a la siguiente escena, y todos medio recostados abrazados unos con otros, esperando con el corazón galopante el magnífico estallido, o bombazo, o quién sabe qué cara*jos, pero de que no iba a tener madre, a nadie le quedaba duda alguna. Viene sin embargo la escena más relevante, y es que el personal de apariencia oficial que nos había llevado hasta ahí, con gran diligencia instaban a las personas a rezar, e incluso de entre el grupo inmediato a mi, jalaban a las personas que lo desearan a otra habitación, donde al parecer, era donde estaban de acuerdo que sería más apropiado o "eficiente" hacerlo. Justo entonces, de entre el grupo indeterminado de mis acompañantes a ser pulverizados, se desprende la figura de mi hijo, de mi querido hijo de casi seis años, a quien hasta ese momento no lo había visto ni recordado en todo el sueño, y quien más derrotado -obvio- emocionalmente que yo y que otros que aunque excitados, con cierta serenidad aguantabamos el formidable y súbito final, era instado por las personas del gobierno a que rezara e incluso, que los acompañara a donde sea que estaban jalando de último momento a algunos. Y nos abrazabamos, y lloraba él, y yo le decía que lo quería, que lo adoraba, que era mi special little guy, y lo abrazaba de nuevo y lo apretaba y lo besaba y me parecían tan cortísimos los últimos segundos para decirle cuánto lo quería y cuánto internamente deseaba eximirlo de tan amargo trago... y es que aparte el no quería separarse de mi, y en respuesta a las personas que lo instaban a que los acompañara a rezar al cuarto aparte, el sólo decía, "no, no, no, yo aquí me quedo," y se agachaba y se apretujaba en un rincón de nuestra sala diciendo que ahí él podía aguantar y rezar y esperar y maldita sea, esperar la muerte junto con los otros. Increíble, según mi sueño a mi adorado hijo le quedaba más que claro no sólo que nos ibamos a morir, sino que nada había que pudiera hacerse para remediarlo. Viene entonces lo que no podía ser otra cosa que la cuenta regresiva, un segundo tras otro, en justa afinación para el momento último, sabiendo con certeza que iba a ser sumamente doloroso aunque al mismo tiempo, confortado por la idea igual que sólo sería por si acaso uno o dos segundos. Y luego mis pensamientos finales, que una vez apartada la mirada de mi hijo, se enfocaron en la Luna llena asomándose en un cielo semi vespertino, y cómo la misma se perdía repentinamente cuando todos eramos jalados hacía abajo con violencia, aniquilados en medio de los estertores en las entrañas y luego en la nada serena y absoluta de un planeta extra inconspicuo, que inexorablemente había alcanzado su destino cósmico...